[Te mira, los ojos llenos de lágrimas felices, sonriendo]
En ese mundo-- ese demonio quería-- quería ser humano. Quería ser humano y poder tener una vida contigo-- con el Sam de ese mundo. Y sin querer le pidió un deseo al único ser que podía cumplirlo. Y la volvió una humana normal.
Pero cuándo dieron las doce campanadas y todo volvió a la normalidad... no me volví calabaza, Sam. [Parpadea y caen un par de lágrimas y su sonrisa es enorme] Estoy-- estoy viva, amor. Realmente, completamente, absolutamente viva.