[Costumbre y muchos años entremedio hace que no te crea al 100%: sabe que hay algo que no le estás diciendo. Pero es lo suficiente de verdad, al menos, para que desista, en ese momento, de tratar de que se la digas.
Le da un apretón suave a tu cuello, frotando con el pulgar]
Toma consuelo que Rebekah sigue cuidando a tu hija, Niklaus, y que pronto arreglaremos todo para que pueda estar en brazos tuyos y de Hayley. Y que encontraremos la manera de que quienes nos tienen cautivos se arrepientan de haber considerado que a dos de los hermanos Mikaelson podía tratárseles cómo animales.