A mi, particularmente... me habla de soledad. La perspectiva que manejas, cómo casi todas las figuras humanas están alejadas o dando la espalda, cómo alejándose. Incluso en las ocasiones dónde hay más personas en el cuadro, por la perspectiva da la impresión de un tercero, observando, sin participar.
Esta un cuadro... la mujer amamantando al bebé, un hombre parado atrás de ella, y en primer plano la esquina de una puerta. Él la mira a ella, ella mira a su bebé, y la esquina de la puerta... cómo si alguien hubiese estado por entrar y al final, tras ver a esa familia, no lo hubiera hecho, cómo si no perteneciera ahí.
Es hermoso, no me malentiendas, y amo la suavidad de los azules, el contraste contra el cabello rojo del bebé. Pero me rompió el corazón.