[Fun fact: vive ahí, porque no tiene las mismas necesidades que los humanos, y porque es demasiado sobreprotector de sus libros.]
Sí, sí, a veces. [Aunque lo dice algo distraído, moviéndose a buscar su tetera.] ¿Quieres algo de té, muchacho? Aunque nada cerca de los libros, ya conoces las reglas.