[Unas alas ciertamente imponentes, sí, que ayudan a dar una imagen intimidante que seguro ahuyentaría incluso a unos cuantos ángeles y demonios de bajo rango. Cualquiera dudaría antes de meterse contigo, más cuando estás claramente enfocado de esta forma.
... O podrían acercarse y juguetear con una de esas plumas brillantes en una punta de las alas, también.]