[Se queda callado un momento, aún mirando un poco hacia abajo, pensando en las cosas que tú crees sobre tu padre y su trabajo, y en que probablemente imaginas la vida de agente mucho más... glamorosa de lo que realmente es.]
... No. [Suspira pesado, y vuelve a llenarse el vaso antes de ir a sentarse a la mesa, frente a ti.] Pero tiene cosas buenas y malas, como cualquier trabajo.