[Puede que parezca avergonzado, y enrojezca apenas.]
Oh, no, no, no es nada. [...] Sólo me preguntaba si tal vez... Bien, una vez que estés asentado y tengas tiempo, si me lo permites, me gustaría comprobar por mi cuenta los cambios fisiológicos luego de la intervención. Es-- es curiosidad profesional, lo admito, y por supuesto, estás en tu pleno derecho a negarte.