Es... no puedes no ser un niño y ser un Niño Perdido, y no puedes decidir renunciar a un mundo mágico y darle la espalda y luego querer obligar a todo el mundo a que te escuche para ser parte de él. Se necesita fe y esperanza y... creer en la magia realmente, a pesar de todo.
[Te sonríe] Y una memoria enciclopédica sobre todo lo relacionado a Fillory no está de más.