Sé que suena raro, y difícil de creer. Pero de verdad pasó, y lo recordamos. Eramos viejos, y Eliot... él murió. Y cuando eso pasó, encontré una última pieza del mosaico que hizo aparecer la llave.
[...] Tuve que dársela a Jane, porque con ella hacía funcionar el reloj con el que hizo los bucles para detener a Martin.