[Él salió a trotar por la mañana como todos los días, pero el sol no ha dejado de molestarle inusualmente, como si un rayo de luz lo siguiera a todas partes, haciendo que su cabello brille más dorado y sus ojos se vean más azules.]
[Quizás es por eso que no deja de echarse agua de su botella sobre la cabeza, como combatiendo el calor, haciendo que su camiseta se pegue a su torso. O quizás es porque no la gente con la que se cruza no deja de parecerle cautivante y necesita despejarse un poco, serÁ ÉL, SEÑOR.]