[Te queda mirando un poco. Y luego se acerca más, buscando rozar los dedos de tu mano con la suya, sin llegar a tomarla, hablando quedo.]
Yo quiero que estés conmigo. [Hace una pausa.] Pero porque tú lo disfrutas, no porque... te sientas culpable. [Eso último lo dice casi como preguntándolo.]