[Cuando llegues a donde antes se encontraba la ciudad, ahora el pueblo, te toparás con un hombre anciano que agita una varita, intentando levantar un trozo de pared del suelo y hacerla levitar hasta donde debería estar otra vez. Pero por algún motivo la pared no calza, y vuelve a caer al piso. El anciano murmura para sí:]