[Traga con cierta dificultad, apoyándose contra tu hombro, y tras un largo momento habla quedo, con la voz ligeramente ahogada.]
Lo seguiría hasta el fin del mundo. Lo hice. [Hasta el fin de este, al menos.] Pero no puedo salir. Y si no regresa... [Traga de nuevo.] Allá no puedo seguirlo.