[Aish. Té de jengibre o manzanilla sería ideal en este caso, pero ni idea si seguirías ahí en lo que va a prepararlo. Busca entre sus cosas hasta encontrar un frasco con hojas de menta silvestre que recolectó, sacando un par, metiéndose unas en la boca y masticándolas, ofreciéndote otro par] ¿Quieres? Te dará la apariencia de un rudo hombre de negocios, el más temido del oeste. Ningún canalla osará timarte.