[Niega repetidamente, y vuelve a retroceder otro paso, como queriendo alejarse de ti.]
No... No deberías-- [Baja la mirada rápidamente hacia donde debería estar tu padre atado a la carreta... y no hay nadie. Parpadea con los ojos muy abiertos a eso, sin entender, y luego lanza una mirada rápida a su alrededor. Tampoco están sus hombres...]