[Su mirada se desvía hacia donde estás por un segundo, como si hubiera escuchado algo, y parece ligeramente inquieto. Pero lo disimula, volviendo a mirar al hombre frente a él, que le agradece profusamente por haberle salvado la vida.]
¿Salvar tu vida? [Se acerca un poco más a él, inclinándose para hablarle.] ¿Por qué haría una cosa tan tonta como esa? Acabas de verme matar a los hombres del rey.