[Pero Gaby no se mueve ni tiene puslo, y él está demasiado sumido en su horror como para notar cualquier otra cosa.]
[La escena vuelve a cambiar y de pronto está sentado en un sillón de cuero, en una oficina de aspecto sobrio y elegante. Sus manos están manchadas con sangre seca, y frente a él, tras su escritorio, se sienta Waverly, limpiándose los lentes con gesto sombrío.]
Yo... lo lamento mucho, agente Kuryakin. Las condolencias no hacen mucho en esta clase de situaciones, pero los cielos saben que cuán personalmente siento también esta pérdida. La agente Teller... Gaby, era una agente muy prometedora. Una querida compañera...