[Él tampoco parece escuchar nada, y eventualmente los gritos y los golpes a la puerta se detienen. Sólo entonces, cuando está arrodillado en medio de la habitación destruida, con la cabeza entre las manos, parece notar el nuevo silencio.
Alza la cabeza de golpe, asustado, buscando ponerse de pie e ir hacia la puerta para abrirla.]