[No es que no sea complicado. Le arrancaríar el corazón, hacerlo. Pero tal vez ese es el punto. Tal vez siempre lo fue.]
Steve, no entiendes. Tuve que hacerlo. [De alguna forma su voz consigue no sonar ahogada, rota. Casi vacía de emoción. Madam B. debe estar orgullosa.
El rostro del hombre sigue luciendo horrorizado por un momento, y luego asqueado y decepcionado, mirándola como si hubiera hecho la peor cosa del mundo.
Creí que eras más. Creí que podías ser diferente. Pero claramente me equivoqué. Nunca serás más que una traidora, una asesina.]