Antes huí porque estabas conmigo. [Porque sabría que no podría controlarse.]
Y luego... [Tú fuiste a buscarlo, y no recuerda mucho, sólo que tu voz era familiar y tranquilizadora, y dijiste su nombre... Pero también que pensaba arrancarte una mano si intentabas algo que no le gustara. Traga despacio.] Es diferente. Ahora no podrías defenderte de mí como antes.