[Deja escapar un sonido suave, ahogado, un poco en protesta porque hayas dejado de besarlo. Ignorando lo frío que estás, eso sí le ayuda a relajarse, porque se siente más... familiar. Y cuando bajas hacia su cuello siente otro estremecimiento, esta vez arqueándose un poco hacia ti, inclinando el rostro para darte más espacio.]