Ricitos de Oro se encuentra una casa en el bosque a la que decide entrar. Primero se trata de sentar en una silla, pero la encuentra muy dura, luego en otra, pero está muy suave, y hasta la tercera la encuentra cómoda, pero la rompe sin querer. Igual trata de comer de tres platos servidos, pero el primero está muy salado, el segundo insípido y el tercero está justo como le gusta así que se la caba. Finalmente, cansada, sube a las habitaciones y trata cada una de las camas y se repite: la primera y la segunda no le gustan, pero la tercera es tan cómoda que se queda dormida ahí.
Eventualmente la familia Oso regresa, y descubren que alguien ha estado ocupando su casa y terminan por descubrir a Ricitos de Oro, quién se despierta asustada y sale corriendo de la casa de los Osos.