[Pero tenía que darle crédito en estas cosas. No porque acertara con él ni mucho menos. Pero quizás la experiencia de Francia con las telenovelas, con el porno, y sobre todo: con los siglos de hacer de su propia vida una telenovela porno, habían generado en él un tercer ojo de la perversión. Uno que quizás incluso podía ver en el futuro de las demás personas y naciones.]