Mi cura personal me ha retado porque últimamente no he hecho nada bueno por nadie. Aunque eso no es cierto, les he dado amor, y mucho, a un montón de amantes ocasionales. La mejor noche de sus vidas. Y nada de arrestos por indecencia pública o por acoso. En fin, unos días espectaculares.
Pero no quisiera decepcionarlo y me he propuesto hacer algo por el bien de la humanidad, más de lo que ya hago de por sí, quiero decir. He trabajado mucho desde entonces, para darles a ustedes un regalo perfecto y digno de mí (y de ustedes, pero ése no es el punto importante).
[Ha montado una tiendita muy bonita y algo pequeña. Pero es que no necesita más espacio. En una mesa hay dos cestas, una llena de rosas rojas y la otra de rosas rosadas. Una tarjeta dice “una por persona”.] Verán, obsequiaré un regalo a cada persona que escoja una de las flores, el contenido del regalo dependerá del color de la rosa que se haya elegido. Además, he sido tocado por la mano de Cupido y me ha permito la capacidad de ver su futuro amoroso el día de San Valentín. ¡Toda una revelación!
[Y así se sienta a esperar a sus entusiasmados clientes]