Musikverein abre sus puertas como cada noche, presentando esta vez a la orquesta Mozart de Viena, en un recital único. Se han enviado invitaciones a cada una de las naciones en un gesto de cortesía y sin esperar que todos realmente asistan, solicitando puntualidad y tenida acorde a la situación...
O eso había puesto en la invitación y ahora miraba la hora algo preocupado, pues el concierto ya estaba por comenzar, y el primer violín aún no hacía acto de presencia. Los asistentes empezarían a llegar pronto y el director se negaba a salir a escena sin uno de sus violines, habrase visto tal descoordinación.
No quedaba más remedio, tendría que salir a dar las disculpas del caso y suspender el recital hasta nuevo aviso... o distraer a los invitados hasta que la orquesta estuviera completa.