[entre sorbitos] Es una cosa de elocuencia. Si quieres que otro confíe en ti o sea manipulado o te escuche siquiera, tienes que cuidar mucho tus palabras. Con los seres humanos es todavía más indispensable sonar como ellos, porque tienden a no querer aprender vocabulario y luego no comprenden tus discursos. Sin comprensión se viene abajo todo el plan. Aparte, los midgardianos tienen otra tendencia a desconfiar de todo lo que suene extranjero a ellos, sean idiomas, acentos y dialectos.
Ikol tampoco lo entiende, pero es que es un pájaro viejo. Luego por eso le tumbaban sus ardides.