Mujer. LLevas mirando esta pantalla por los últimos quince minutos sin trazar algo aparte de las obvias recriminaciones. Desiste ahora mientras aún retienes algo de paz en tu mente. No tengo ni el tiempo ni la voluntad para soportar tus sentimentalismo y bramidos, y sin órdenes frenandome no garantizo que no despertarás un día con--
[Una (1) malteada de fresas es presentada.]
... Te crees muy lista. Pero cuando acabe esta bebida intercambiaremos palabras, tú y yo.