[Anda viendo las nubes de tormenta y los rayos surcando el cielo con un terror bastante visible en los ojos. Y por si fuese poco... va a empezar a correr tan pronto como su cerebro le recuerde que es peligroso estar afuera.
Es decir, ya está corriendo por su vida sin fijarse mucho por dónde va. Más pendiente de saber dónde y cuándo caerá el posible rayo.]