[Eso fue... Bueno. Realmente bueno. Va a tomar aire tratando de calmar su respiración. Aunque el gesto en su cabello hace que su corazón vuelva a acelerarse a traición.
Maldita sea, ¿Cómo preguntas eso si ha sido el quien te ha saltado encima? Siempre igual, un idiota que pone a los otros por encima de sí mismo sin siquiera pensarlo.]
Lo estoy.
[Va a alisar con cuidado el cuello de tu yukata antes de separarse por fin.