Se pasó tres años cantando victoria en estos eventos. Escapó de cada muérdago en Navidad y de cada chocolate con relleno dudoso para estas fechas, los círculos nunca se han asomado cerca de ella y todo para terminar con la muñeca encadenada a un dichoso puesto de San Valentín. Un contador está junto al cartel de "Kissing booth" y frente a ella hay un plato de galletas con tazas de té sin tocar, no les presta atención de momento mientras tuerce distraídamente la muñeca encadenada.]