[Siempre te ha estado mirando, Yuuri, eso no cambiará.
... Ese traje no te lo había visto y te queda muy, muy bien. Bien, no sabe qué tienes planeado, pero has despertado su curiosidad e interés. Ríe un poco, tranquilizándose.] Estoy aquí sólo por ti, Yuuri. [Se recarga bien en la barda, atento.]