[Es terco y, en este punto, está bastante negado a lo que tiene que ver contigo.
Tras un rato se le escapa un suspiro frustrado; ya sus piernas le están doliendo por el esfuerzo, empezando a dormirse, y, sin importar que haga, en verdad parece que los jefes no dejarán que se salga tan fácil de tal molestia.]