La vida en el cirque parece tranquila, adecuada, nadie le teme por lo que es. Todo parece bien, tiene un amigo similar a su edad. Todo hasta que conocen a ese chico, Sam, y como la serie de eventos se van desenvolviendo hasta el trágico final.
Habla con Evra y termina comiendo una de esas cebollas encurtidas que tanto le gustaba al pequeño, es posible que al final fuera cierto y adquiriera parte de su alma.]