[Se aferra a tu mano, sin creer que esté nervioso con todo esto. Posiblemente sea porque ahora ninguno de los dos puede culpar al alcohol, no tomaron lo suficiente para eso.
Respira profundamente, aun sintiendo su corazón acelerado por ese intercambio de besos y cuando llegan a su habitación, se adelanta un par de pasos para abrir la puerta, cerrándola ya que han entrado. Mira por un momento el lugar, en verdad notando que todo sigue como lo recuerda y mira al armario, en donde debe de estar su futón.]