[Sigue con la mirada al kokoro que pasa cerca hasta que se distrae con las señas del tuyo.
Es demasiado expresivo, shush.] Um, aunque parece que actúan de forma diferente según sus dueños. Eso hace que los encuentros sean... [Mira a tu kokoro un poco y se resigna a tomarlo entre sus manos para hacerle nanais.] más personales, creo.