[Desliza el pulgar por tu mejilla, en una pequeña caricia mientras sigue inmerso en el momento y el beso.
Su respiración queda atrapada en su pecho, mismo contra el que su corazón late con fuerza. Pero nada de eso importa porque, cuando puede sentir tu sonrisa, él mismo sonríe. Sus labios no quedaran completamente juntos con los tuyos, pero no puede evitarlo. Un sonido feliz juguetea en su garganta y una pequeña risa se le escapa.]