[Pero todo tono o expresión de broma desaparece.] Tener planes de contingencia no es de idiotas. Menos cuando soy consiente de la mayoría de los posibles resultados y que a pesar de mi mayor meta es llegar a ser Fuhrer sé, ahora más que nunca, que eso es difícil, dado que desde un inicio estuve en la vista de esos malditos monstruos y que ahora me controlan por un no-sé-qué de sacrificio.