Felicidades, Guardián. Sin duda no soy el Mustang de donde vienes.
Aunque los dos tenemos en común el hecho de no poder proteger a los que nos importan, pero al menos él tiene mejor suerte que yo. Con él la gente regresa.
[Está hablando demasiado pero no importa. Es- Que hable o no, no causará ninguna diferencia.]