Ya veo. En ese caso, le tendremos preparada la cama plegable por si acaso.
*Sonríe a sabiendas de que era obvio que el anciano se pasaría por allí más a menudo de lo que desearían. Por unos segundos guarda silencio, observando el salón donde se encuentran, tan lleno de cajas y de libros desordenados*