*Solo pasaron dos días desde que Lavi y su abuelo regresaron del viaje y ya el chico le había invitado a su casa para ver las fotos y darle un detallito. Se presentó allí a la hora acordada, después de ir a comprar algunas cosas al centro.
Era increíble la cantidad de fotos que tenía del hotel, de los paseos con el guía turístico y de cada monumento o sitio importante. Aunque, si de verdad había algo con lo que disfrutaba no eran precisamente las fotos: era la cara de felicidad de Lavi hablando sobre lo bien que se lo pasaba viajando*
En ésta tu abuelo está muy gracioso con el sombrero y las gafas de sol.