*Entra en la habitación una vez todos han pasado al interior para cerrar con la llave, aún dándole vueltas al tema como un idiota. Si ella ni nadie tenía problema, menos debería tenerlo él, pero realmente aquello chocaba un poco con su ideal de caballero educado.*
Lenalee, si en algún momento hacemos algo que te incomode, puedes darnos un puñetazo.
*Comenta sin muchos rodeos, jugueteando con las mejillas de Timcanpy en un intento de parecer distraído de la cuestión.*