El problema no es la paciencia, Lenalee; es que esta gente es muy grosera.
*Y especialmente rápida. Nunca antes había visto un anciano correr calle arriba con tanta velocidad. Tal vez fuese la magia del clima o la conocida dieta mediterránea, la cual y ojalá tuviese la oportunidad de probar.*
Es extraño. Me pregunto a qué se debe ese comportamiento tan arisco.