*Comenzaba a sentirse un poco frustrada. Nada más llegar tuvieron que despachar a un buen puñado de Akumas, pero en cuanto decidieron recopilar algo de información preguntando a los habitantes, nadie pudo decirles nada sobre algo que resultase realmente sospechoso.
Tampoco era como si las cosas marcharan bien. Si no hubiese ninguna Inocencia, los Akumas no estarían en el lugar. Se da por vencida después de tratar sin resultado que un anciano le hiciera caso con algunas preguntas; simplemente aquellas personas no querían hablar con extraños.*