[Suspira al recordar el asunto de las medidas, pero igual trata de olvidarse del asunto. No puede dejar que Kanda ande mostrando semejantes atributos por toda la Orden.]
¿...que tal si la de alguien de mayor talla sí?
[Entonces se detiene con una mano en el mentón, tratando de pensar en alguien que tuviera unos atributos mayores y que no abusara de los escotes o las faldas. Pero la única que se le viene a la mente es ella misma y no piensa volver a sugerirse para ser humillada de nuevo por su escasez.
Mira por el pasillo, tratando de encontrar a alguien, y entonces alguien más le viene a la mente.]
¿Qué tal si le vamos a pedir algo de ropa a la General Klaud?
[Podía sonar descabellado, pero no se le ocurre otra forma.]