*Se queja de forma notoria al sentir como la rodilla del mayor presionaba su entrepierna, produciéndole un raro placer.
Era muy diferente a todo lo que había sentido con anterioridad. Comenzaba a tener mucho calor, como un gran sofoco recorriendo cada parte de su cuerpo, de principio a fin, con más violencia a cada segundo. Era tal que él mismo decide desabrochar los botones que Lavi había dejado intactos en su camisa, buscando algo de alivio*