*Se estremece por completo al sentir la lengua del mayor jugueteando con la suya propia, al que rodea con los brazos para tenerlo más cerca. Se estaba dejando llevar cada vez más a cada segundo que pasaba, pero era irremediable. Nunca conseguía tener el más mínimo control cuando se trataba de Lavi.
Decide ser un poco más atrevido, succionando muy despacio la lengua del pelirrojo, con cuidado pero de forma constante. Estar con él despertaba una serie de instintos de lo más bajos*