[Gira los ojos. ¿Entonces toda la ropa que tenía Lotto era tan ajustada? Es decir, no era como si se quejara o... Negó con la cabeza, enfadado consigo mismo.
Chasquea la lengua, quitándose la gabardina que estaba usando para cubrirse esos molestos pechos para dárselo a Lotto, quien al parecer lo necesitaba más que él por ahora. Más tarde tendría que volver a su habitación por algo para cubrirse también]
Eso no importa. Iré a asesinar a ese idiota de Komui.