[La voz era obviamente diferente, pero el tono era el mismo, además que sólo una persona en toda la Orden la llamaba así.]
¿K-Kanda?
[Entonces, dándose cuenta que sigue encima de él y que lo suave que estaba sintiendo era un gran par de pechos, se quita de inmediato, como si el cuerpo del otro le hubiera producido una descarga eléctrica.]
L-lo siento mucho... es decir, ¿por qué tu también?
[¿Eso quería decir que no era la única que ahora tenía ese problema? Todo esto debe ser un sueño, una pesadilla, esto no podía estar pasando. Aunque ahora está en la Orden y un escalofrío bastante desagradable le dice que en realidad todo puede ser posible.
Y para acabar, aunque es ridículo e innecesario, trata de taparse el pecho con la camiseta que trae puesta y que ahora le queda pequeña.]