Imbécil, sigo sin entender una palabra de lo que dices.
[Le dice nuevamente, porque menos entiende aún por qué quiere huir ahora. Era él quien le había besado y ahora se retiraba cobardemente. ¿Qué demonios?]
Te besé porque me gustas y luego me rechazaste. Ahora me besas y te vas corriendo. Las mujeres sí que son difíciles de comprender.
[Masculla, sin saber si Alma se va a enterar de eso o no. No es como si quisiera detenerlo en realidad considerando que no tenía idea de qué pasaba]