[No se había sonrojado mínimamente por manosearlo literalmente, pero la cara le ha cambiado de color sólo con sentirse acorralado y con esos enormes pechos literalmente encima de los suyos.
¿Q-qué rayos te pasa?
[Esta vez es él quien no puede evitar gemir un poco por el contacto; sabe que debería apartarlo porque no sabe cómo continuar y no sabe hasta donde pueda acabar esto, y lo peor: que quizá no pueda hacerlo. Pero en vez de apartarse, se dedica a sentirse aliviado por escucharle decir que no había estado con nadie en todo este tiempo.]